La gente a menudo tiene una cadena de Palabras Mal Entendidas (PMEs) y, por tanto, resistencia a la humildad. Su pensar va algo así:

“El humilde es sencillo, simple e ignorante, y así son los pobres. El pobre está jodido, no tiene dinero, no tiene nada y el que no tiene dinero es un muerto de hambre, no tiene ni dónde caerse muerto. Yo no quiero ser un ignorante, no quiero ser pobre, no quiero ser un Don Nadie, no quiero que me pisen, así que no voy a ser humilde.”

Todo esto es pura ignorancia de lo que es la humildad y de su valor. ¡No hay espiritualidad sin humildad! No hay Esencia sin humildad. Humildad es reconocimiento de igualdad de todos y todo en la Verdad, en la Esencia. El opuesto de la humildad es el ego negativo, es estar en la polaridad de más<>menos o mejor<>peor que otros.

A la Esencia, las experiencias de ser una persona rica y ser un mendigo son igualmente valiosas; el Amor ama a los dos igualmente. Si quieres volver a tu Esencia, tienes que hacer lo mismo.

La humildad:

  • No es ostentosa.
  • No se jacta.
  • No alardea.
  • No es pobreza. Puedes ser rico y humilde. Puedes ser pobre y ególatra. No hay relación entre posesiones y humildad.
  • No es ser un ignorante. Hay gente educada con ego negativo y gente educada con humildad. Hay ignorantes con ego negativo y hay ignorantes con humildad. La humildad no tiene relación con el contenido de la mente humana. Es puramente espiritual.
  • No es hacerse menos que otros (por ejemplo, para ser más “espiritual”, ergo mejor que otros, lo cual es ego negativo).
  • No es ser sumiso, agachado. La humildad sabe que es Esencia y que vale igual que todo. Si es tratado como alguien menos, no lo resiste, pero no tiene que quedarse ahí siendo tratado así.
  • No es ser un sirviente desde “menos” o de debilidad o sumisión. Ni su experiencia es así. La persona humilde sirve a otras porque eso es el amor, pero no lo hace con orgullo o soberbia, tanto para los servidos como para sí misma. Sabe que todos están participando en un acto de amor.
  • No es ser “poca cosa”. Es no-ser “cosa” más o menos que otros.

La humildad:

  • Es saber Quién Eres y Quienes Son los demás.
  • Es ver a Dios en todo y todos.
  • Es comprender que todos son Una Misma Esencia, que todos somos Lo Mismo.
  • Es el reconocimiento del mismo valor intrínseco, Esencial, de cada persona y cosa. Es reconocer que no hay más o menos, mejor o peor, en el Uno.
  • Es la práctica espiritual opuesta al ego negativo.
  • Es sencilla. La definición de sencillez es ser espontáneo, ingenuo, genuino; es ser sin complicaciones, sin presuntuosidad, sin engaños, sin ostentación. La humildad es sencilla porque es completa: no necesita adornarse ni agregarse nada, ni ponerse aires. Al ser completa, no tiene un vacío interior que llenar.
  • Es simple. Es ser sin complicación, sin malicia o picardía, el opuesto de complejo. Se usa esta definición en el diccionario a veces en el sentido de bobo, pero la humildad no solo no es bobería, sino que es la Sabiduría misma.
  • Es Sabiduría. Es saber y experimentarte como Lo Que Eres en el nivel más profundo, lo cual conlleva naturalmente a la Sabiduría. No hay sabio sin humildad y no hay humildad sin Sabiduría. Están juntas. El egoneg te ciega, te hace tonto en tus valoraciones y decisiones.
  • Es ser sigiloso: vivir la vida sin buscar llamar la atención, sin ser ostentoso. Es vivir sin buscar aceptación, reconocimiento, o agradar a otros, y sin importarte la opinión de otros. • Es la riqueza espiritual.
  • Es vivir Esencia: como dijo Jesucristo (cuando es traducido correctamente): “Únicamente los humildes entrarán al Reino del Cielo (Esencia)”. No puedes volver al Reino de la Esencia sin ser humilde. Punto.
  • Es un nivel más profundo de humildad, ni siquiera ves a los “otros” como “otros” sino como Uno Mismo en la Unidad. La humildad te hace sentirte y experimentarte completo, satisfecho. No necesitas nada externo para ser feliz: posesiones, dinero, reconocimiento, fama o poder para sentirte completo, importante o valioso. La humildad no necesita agregarse nada.
  • Es segura; produce paciencia y serenidad, aspectos importantes de la felicidad.
  • Es aprender: reconocer que no lo sabes todo y que siempre puedes aprender de quien sea y donde estés.
  • …luego requiere práctica, lo que va con la práctica del amor.  

La humildad comienza con reconocer el ego negativo en ti: reconocer que no eres más o menos valioso que otros.

Ni hablar de: “Soy más humilde que tú (y por eso mejor que tú)”. Eso es una máscara espiritual de ser humilde. “Soy espiritual y muy humilde”. Cuando eres humilde ves a todos igual que tú. No alardeas de ser más espiritual que otros, solo eres.

La espiritualidad es reunirte con el Uno. Es salir de la ilusión de los muchos y de la separación para volverte al Uno. Esta salida es la humildad. No existe espiritualidad verdadera sin humildad.

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Este artículo es un extracto del Libro “Cómo Sentir tu Esencia”