Estas dos experiencias, aunque negativas, pueden de ser de gran servicio para una persona, ya que el dolor y sufrimiento sirven para apoyar a una persona a buscar su felicidad. Sin embargo es importante distinguir la diferencia entre una y otra, ya que muchas personas tienen a no buscar ayuda pensando que el sufrimiento en el que viven es necesario para purificar sus almas. El propósito de este ensayo es apoyarte a entender la diferencia entre las dos, pero este punto de vista no substituye el apoyo de un profesional.
Gerald May, un psiquiatra retirado, explica en su libro “La Noche Oscura del Alma” que cuando una persona está clínicamente deprimida pierde su sentido del humor y la habilidad de ver lo cómico de algunas situaciones. Estas personas tienen a estar herméticamente cerradas para apoyar a otros que también están en dolor y poder ofrecer compasión. Las personas clínicamente deprimidas tienden a no poder ver más allá de su propio dolor.
La depresión clínica puede dejar a una persona que antes era energética y sensible tan apática que todos sus sentidos están apagados. La comida no tiene sabor, la música no tiene belleza, el arte no tiene propósito; la vida se vuelve gris y obscura. Todo su ser aparece desaparecer debajo de su enfermedad. Conforme pasa el tiempo la persona comienza a reemplazar sus emociones negativas con entumecimiento, estancamiento, o apatía. También tienden a dejarse de cuidar a sí mismos, su alimentación, su aspecto físico y su entorno.
En la Noche Obscura la persona se mantiene intacta, aunque esté en dolor. Aun en la profundidad de la obscuridad que siente, sabe, en un nivel muy profundo, que el dolor tiene un propósito. Mientras que la persona deprimida tiende a estar amargada y quiere un alivio inmediato. El Dr. May comenta que “al acompañar a personas a través de experiencias de Noche Obscura, nunca sentí la negatividad y resentimiento que seguido sentía cuando trabajaba con personas deprimidas.”
El psicólogo Kevin Culligan, describe en su libro que una persona deprimida ha perdido su energía y el placer en la mayoría de cosas, incluyendo hobbies y sexo. Mientras que en la Noche Obscura se siente un vacío, una sensación de estar incompleto en relación a algo más grande que nosotros, un alejamiento de Dios. En muy raras ocasiones se convierte en declaraciones mórbidas de exceso de culpa, auto-odio, sentido de no valía, o deseos suicidas que tienden a acompañar episodios depresivos profundos. Aunque pensamientos de muerte si suceden en la Noche Obscura tales como “tal vez solo la muerte me libere del dolor de lo que veo en mi” o “añoro morir y terminar con mi vida en este mundo para que pueda volver a estar con Dios.” Sin embargo no es una obsesión con el suicidio ni la intención de destruirse a uno mismo, como una depresión profunda.
También es importante notar que una persona puede estar experimentar los DOS al mismo tiempo. Con el entendimiento de las causas y los tratamientos de depresión hace sentido tratar la depresión sin importar si está asociada a la noche obscura o no. Si sientes que estás en depresión, te invitamos a buscar ayuda con un profesional médico.
Si reconoces que tus síntomas son de la Noche Obscura, es un excelente indicio que tu ser está listo para un despertar espiritual. La opción de tomar en serio la experiencia y comenzar el camino del trabajo interno es individual a cada quien. Sin embargo, puede que la experiencia se vaya por un tiempo y luego vuelva con más fuerza hasta que decidas dejar de ignorarla y comenzar tu regreso a la Luz.
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